blog de Rebeca Martín Gil

lunes, 20 de noviembre de 2017

Un cangrejo en una caja cuadrada

El poeta William Carlos Williams defendió el metro variable frente a la regularidad métrica. Esta liberación de los corsés supone un reto para cualquier profesor, cuyos alumnos suelen ser reacios no solo al verso blanco o libre, sino a la rima asonante. 


La imagen con la que mejor plasmó su sensación de rigidez de la métrica tradicional es la del cangrejo en una caja. Williams admite odiar los sonetos y los compara con introducir un cangrejo en una caja cuadrada. Uno tiene que cortar sus piernas para que entre bien. Si finalmente lo consigue, lo que hay dentro ya no es un cangrejo. 

Aunque en nuestra literatura gozamos de sonetos que suenan naturales (basta acercarse al "Soneto de repente" de Lope de Vega o a "Alfa y Omega" de Manuel Machado, por poner solo dos ejemplos), desde que leí esta comparación de W. C. Williams no puedo evitar, cada vez que me enfrento a un poema de catorce versos, preguntarme si el cangrejo estará o no entero dentro de las paredes de la caja cuadrada.