blog de Rebeca Martín Gil

martes, 25 de noviembre de 2014

Selva de noviembre - Alberto de Frutos Dávalos


Selva de noviembre obtuvo el Premio Blas de Otero, convocado por la UCM, en 2002. Se trata de un poemario amoroso, precedido por unos versos de Luis Cernuda donde habla de un paraíso perdido.

Este paraíso perdido, en el poemario que nos ocupa, es el del amor que se rompe en noviembre. El escritor y periodista madrileño Alberto de Frutos Dávalos, en este libro unitario, retrata una despedida; nos presenta a unos amantes que, con la caída de la hoja y la llegada de la lluvia, deben separarse. La amada en noviembre partirá y diciembre será la constatación de la soledad del poeta, que quiere alargar el tiempo por todos sus medios:  “y por eso, aunque sé que es noviembre, quiero que sea más noviembre”. El poema Después de noviembre arranca con esta realidad: “Después de noviembre, será la ausencia, / volverá la enfermedad de las mañanas”.

Hay constantes alusiones al cine (desde el madrileño Cine Doré hasta Kubrick, pasando por Lo que el viento se llevó) y a la música (el brillante poema Sinfonía de las pisadas, en otros poemas habla de arias, de pianos, de Sinatra). Estas referencias a otras artes las vemos en otras obras de de Frutos como Réquiem (poemario de 2003 que sigue el ritmo de Mozart). Es un poemario urbano, donde están presentes el metro, los soportales, el asfalto… De Frutos, que en los últimos años ha publicado sobre todo libros de relatos (Utopías, La soledad dejó de ser perfecta, Familias estructuradas…), ofrece con Selva de noviembre un poemario de estructura circular, que arranca y termina con la tortura punzante de la despedida. Una obra que, a pesar de los versos que la preceden de Cernuda, nos hace recordar el Largo lamento de Pedro Salinas.